Por cosas de la vida hoy día tuve que abrir la caja donde guardo todas tus cartas. La tomé y no entendía por qué pesaba tanto hasta que la abrí: cuando terminamos guarde ahí todas las fotos con marco y todo. Fue tan raro ver todas esas cosas: pasajes, bolsas de tiendas, billetes de otros países…
También me di cuenta que el típico sonido de ESPN, cuando muestran el logo y las letras se van marcando… tun tun tun tun… ése sonido me hace sentir otra vez en IV medio, en la tarde después de clases, en tu casa, con amigos, contigo… ¡llegan a ser ridículas las cosas que nos hacen recordar! Un sonido, un olor, generalmente son más significativos que un millón de fotos.
Mi cerebro no da más, en estos momentos de verdad creo que eres para mí. Creo que todo esto es una estúpida farsa de gente que quiere parecer madura, siento que estoy jugando a tomar las decisiones políticamente correctas para que no se note que no he aprendido nada. Me gustaría sentir esa certeza siempre, pero no… después me confundo y no sé qué quiero ni cuándo.
Otras veces sí creo de corazón que lo que es absurdo es mantener ilusiones en el pasado, pero no ahora.
Es chistoso como una carta terminó siendo una entrada de blog, todo porque Internet no me cargó el Gmail y tuve que conformarme con Word… lo que es una gracia porque probablemente me hubiese arrepentido de mandar ese mail.
Tengo que admitir que tengo un poquito de ganas de llorar.
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